El Papa Francisco salió de la Nunciatura Apostólica para saludar a la multitud que se encontraba en las inmediaciones de la Avenida Juan Pablo II.
Saludo a los niños y tomó un micrófono para hablar con los presentes donde ha pedido que «nos enseñemos a querer a quienes nos han hecho daño».
Las palabras llenaron de júbilo y alegría a las personas que ahí se encontraban donde se realizó un momento de oración en compañía de quienes esperaban su visita.
Al romper el protocolo de descanso y realizar oración, dio la bendición a los presentes y exhortó a que de manera tranquila las personas acudan a su casa y el día sábado se puedan reencontrar después del descanso nocturno.
Las últimas palabras del Papa antes de regresar a la Nunciatura Apostólica fueron: «Dios los bendiga».
