Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- Con el toque solemne de las campanas de la Catedral de Morelia, dio inicio el desfile en honor al 259 aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón. Las calles de la ciudad, antiguamente conocida como Valladolid, se llenaron de espectadores que esperaban con emoción el paso de los contingentes.
En la Avenida Madero, ya se podía ver un Humvee del Ejército Mexicano, pintado en su característico verde oliva, resguardado por miembros de la infantería armados con imponentes fusiles. Frente a ellos, desde el balcón del Palacio de Gobierno, observaban atentamente los representantes de los tres poderes del estado.
El desfile fue inaugurado por un contingente motorizado del ayuntamiento, seguido por la orquesta de la Secretaría de Seguridad Pública. Los primeros en marchar fueron los contingentes civiles, compuestos por estudiantes de diversas escuelas de la capital michoacana, seguidos por funcionarios del ayuntamiento que portaban con orgullo el estandarte de Morelia.
A medida que los grupos civiles avanzaban, la atmósfera del desfile cambiaba. El grito inconfundible de “Pis-pas, pis-pas, calís-calás, calís-calás” resonó en la avenida Madero, replicado a lo lejos en el palco del Palacio de Gobierno por el presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Juan Antonio Magaña de la Mora, un nicolaita que concluyó con el tradicional “¡San Nicolás!” en coro a los estudiantes.
El desfile continuó con la transición hacia los contingentes militares. Las escuelas y cuerpos de auxilio dieron paso al imponente Ejército Mexicano, cuyos soldados marchaban con precisión bajo la mirada atenta del público. Los cadetes del Heroico Colegio Militar, vestidos de gala, precedían a los elementos de la Escuela Militar de Enfermería, y detrás de ellos, los uniformes morados del Colegio del Aire destacaban bajo el sol del mediodía.
Mientras avanzaban hacia el Monumento a Lázaro Cárdenas, tres aeronaves T6-C+ de la Fuerza Aérea Mexicana surcaron el cielo, acompañando simbólicamente a los contingentes terrestres. Las unidades motorizadas y los miembros del PLAN DN-III-E, que se han vuelto esenciales tras los recientes desastres naturales, también desfilaron con disciplina.
Cerrando con broche de oro, la Guardia Nacional hizo su entrada, ahora bajo el mando del Ejército, demostrando su compromiso de servir y proteger. La Policía Morelia y la Guardia Civil exhibieron sus recursos tecnológicos, como drones y vehículos blindados, mientras que la Fiscalía desfilaba junto a sus unidades caninas.
Los héroes locales no se quedaron atrás: Protección Civil y Bomberos recibieron aplausos al avanzar, representando a aquellos que están al frente de las operaciones en las zonas de inundación. Finalmente, los miembros de las Defensas Rurales del Ejército Mexicano, con los emblemáticos cuerudos de Apatzingán, pusieron el toque tradicional al desfile. Ataviados con sus trajes de cuero de venado y paliacates, recordaron a Morelos en su lucha por la libertad.
En menos de tres horas, cerca de 10 mil personas desfilaron por la Avenida Madero, rindiendo tributo a una de las figuras más importantes de la independencia de México. Morelia, su tierra natal, le celebró con orgullo, recordando su legado de libertad y justicia.