Tata Pedro hablará por los muertos

ACG
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Morelia/Julieta Coria

Pedro Gabriel Reyes, mejor conocido como Tata Pedro, es uno de los hombres más viejos de su comunidad, engalanada con la ropa tradicional de su región y un sombrero que sobresalía en la rueda de prensa de sobre la Noche de Muertos en la Secretaria de Turismo, se encuentra contento de saber, que hoy, hablará de las tradiciones de su comunidad.

Originario de la comunidad Indígena Jaracuáro en su momento, entrevistado manifestó que este año se realizaron 4 reuniones de preparación de Noche de Muertos, en donde se revisó la imagen y los apoyos económicos que año con año reciben, argumentó que, solicitarán a los diputados local un presupuesto fijo para la ceremonia de Noche de Muertos.

“siempre las instituciones son los que se cuelgan su medallita, cuando los actores principales estamos en las comunidades y hoy queremos alzar la voz y que nos tomen en cuenta” decía el Tata con un rostro de preocupación.

Viene acompañado de dos hombres de misma complexión, y esos rasgos indígenas bien marcados que sobresalían en la sala, donde importantes eventos de turismo se anunciaban, en una mañana fría en la capital michoacana.

“Cada año tenemos la preocupación si nos van a dar o no recurso” insistía en la entrevista. “Como comunidades indígenas necesitamos apoyos para prepararnos y ofrecer una buena recepción a los turistas, porque tenemos muchas carencias”.

Hablar de la noche de muertos o la noche de ánimas, como lo dice el Tata Pedro, es hablar de su pueblo, de su gente, de sus raíces, de las cuales, hoy presume ya tiene todo un proyecto listo para ofrecer al turista. “ya tenemos un estimado de un millón de pesos para todas las comunidades indígenas es lo que se ocupa para prepararnos sobre todo los gastos”.

Lo que sobresale cuenta, en su comunidad como en otras indígenas, es la preparación detallada para la noche de ánimas “desde la siembra del Cempaxúchitl: su cultivo, su cosecha, la armada de los arcos, las ofrendas los huatzacuris”.

Hablar de Jaracuaro, es hablar de sus raíces, su semblante cambiaba y sus ojos se iluminaban cuando una y otra vez decía “ya tenemos más de 35 años realizando este evento; todo empieza le día primero de noviembre desde las 8 de la mañana, empieza el acto cultural, después de una misa de los difuntos, luego las orquestas, los piréris, los danzantes”.

Antes de concluir comparte que en Jaracuaro, sigue buscando como cada año no perder lo que sus antepasados les han dejado, la tradición, “buscar el respeto que se merece esta ceremonia es lo más importante”.

Pese a que no les dejan muchos beneficios económicos, sigue buscando la manera de que las comunidades indígenas reciban un poco de esa derrama económica, “lo que hace falta es que indígenas y funcionarios nos coordinemos más para dar buena recepción a todos los visitantes y que se lleven una buena impresión.”