También lloran…

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Los constructores de Michoacán, los que tomaron las instalaciones de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado ya no le creen a la misma administración estatal. Les  han traído dando vueltas por un cobro que nunca llega, pero sus deudas siguen creciendo y su patrimonio comprometiéndose.

Por eso tomaron la determinación tajante de tomar las oficinas, como una primera medida para exigir el pago de lo que se les adeuda. Se estima que de manera global se les adeuda alrededor de 200 millones de pesos a poco más de 100 constructores, esto desde el 2011.

Ya había surgido una serie de compromisos de pago, pero siempre se les cancelaba, o les hacían dar más vueltas. La última ocasión se firmó un convenio, hace quince días, en el cual el gobierno del estado se comprometía a semanalmente ir pagando poco a poco a los constructores; pasaron quince días  y nada de nuevo.

Blanca Estela Valladares, Bulmaro Villanueva Ortiz, Garibaldi Pineda Viveros, tres del centenar de constructores inconformes explican que desde el 2011 se les adeudan obras, mismas que han quedado suspendidas por falta de pago, “por falta de liquidez”.

Blanca Estela, por su parte precisa, “en lo particular para mi empresa sea adeudan 6 millones de pesos; tuve que parar 3 obras, donde se perdieron cerca de 50 empleos directos”.

Garibaldi Pineda por su parte remarca que, aunque son sólo estimaciones, se perdieron alrededor de 700 empleos directos por las obras que se quedaron inconclusas; “sin contar los indirectos y el personal de oficina”. Dice que “algunas empresas sólo están trabajando con el puro dueño de la empresa”.

Se les adeudan de manera global alrededor de 200 millones de pesos. Aunque son constructores principalmente de Morelia también hay del interior del estado, las obras que se suspendieron fueron también en todo la entidad.

Precisan que las obras donde el estado tiene que aportar su parte, pero al no hacerlo pone en aprietos a las constructoras, les pone en problemas de financiamiento.

El problema va a ser cuando se reanuden las obras “porque se nos va a penalizar por no cumplir con los tiempos establecidos por los mismos contratos.

Son gastos extras que no están contemplados dentro de las mismas estimaciones”.

Muchas de esas obras, incluso, por el tiempo que llevan suspendidas ya no están en condiciones, señalaron los constructores.

Mientras tanto los gastos de administración de las obras siguen transcurriendo. “Nos tienen que pagar los gastos financieros también. ¿Por qué vamos a pagar nosotros esos gastos? si es responsabilidad del gobierno el cubrir estas cuestiones que no dependen de los mismos constructores”, remarcan.

“Hace quince días se había firmado un convenio de que cada semana se les iba a estar pagando cada semana; sin embargo no sucedió, y así nos han traído siempre. No hay claridad, ni seriedad. Por eso decidimos tomar las instalaciones”. Dijeron que de seguir faltando a su palabra (el gobierno del estado), seguirán manifestándose de esa forma, incluso podrían, reconocieron, bloquear vialidades.