Solidaridad ‘divina’ a los Periodistas

ACG
Comparte

Morelia/Julieta Coria

Una enorme  fila acompañada de un silencio ensordecedor, anunciaba, en la catedral moreliana, el inicio de la homilía matutina, como cada domingo,  para los fieles católicos y en esta ocasión un acto de solidaridad, un acto de oración con los periodistas michoacanos.

Hace algunos días una convocatoria difundida en redes sociales, invitaba a una misa dedicada a Salvador Adame; periodista levantado el 18 de mayo y cuyos restos calcinados fueron localizados el 14 de mayo y no fue hasta el 26 de junio, cuando la PGJE declaró haber encontrado sus restos.

Hoy está dedicada al él y a los periodistas de un estado que sigue sumando asesinatos, en el país más peligroso para esta profesión.

Daba inicio la misa en la majestuosa catedral moreliana, en un domingo abre las puertas a todos los católicos que con el sonido de las campanas, acuden como a reflexionar…

Más de cien personas, estaban a la espera, de que iniciara el evangelio, ahí sentados frente al ‘santísimo’  los católicos, aprovechaban para rezar, para orar, en medio del silencio.

El olor a incienso impregna todo el lugar, la mayoría viene paso a pasito, gente edad avanzada, sus rostros de arrepentimiento, lo dicen todo, pocos jóvenes, no hay niños: hombres y mujeres que en su caminar muestran el peso de los años, y el arrepentimiento

Hay pocos reporteros y periodistas, allá al frente con sus cámaras, celulares y libretas, tomando nota en todo momento, capturando el momento con sus lentes, que no dejan de disparar.

Ante los ojos de los católicos, son un grupo de personas que no rezan, que no se hincan ante la majestuosa cruz, tampoco cantan ni permanecen en silencio, los observan con extrañeza.

Lo que pocos saben, es que el mensaje que hoy da el obispo auxiliar, es un mensaje de oración, de amor y reflexión, a aquellos hombres de la palabra, cuyo trabajo es de riesgo cada día.

Ha comenzado el Evangelio, el clérigo apoyado de un micrófono exhortaba a los fieles a orar, a ‘recibir a Jesús en sus corazones y a dar un tiempo destinado a la reflexión.

“No es nada más el acto externo, es más importante aún que ese símbolo visible se lleve también por dentro y que sea aún más grande, que haya una transformación interna provocada por ese deseo de acercarnos a nuestro Señor”, dijo.

La gente con las miradas abajo, otros con rostros de arrepentimiento, se les ve acongojados, solo la voz del clérigo resuena. Los periodistas continúan tomando nota.

Luego de un breve sermón, donde dedico un mensaje de amor y una muestra de cariño por parte de la iglesia a los periodistas y mostrar solidaridad al gremio, por lo fieles católicos, no había más que signos de extrañeza.

“Ayudar al prójimo a enfrentar alguna vicisitud, son muchas las acciones que nos ayudar a resarcir las faltas”.

 Luego inicia la de la toma de la eucaristía, una enorme fila avanza poco a poco, todos toman la hostia de manos del clérigo que repite a cada uno; “recibe el cuerpo de cristo” a los caminan con los brazos empuñados sobre el corazón.

Mientras la voz de una mujer a los lejos canta con una poderosa tristeza,; “¡Perdón Dios mío, perdón indulgencia, perdón y clemencia perdón y piedad..!”  una y otra vez.

Ya con la sagrada hostia en sus bocas,  de rodillas reflexionan sobre las enormes bancas de madera y continúan sus rezos, cabezas abajo, cerrando los ojos, como buscando respuestas, en la casa de Dios.

Hay una gran división entre los fieles católicos y los de la Prensa, los primeros rezan y rezan sin decir palabra, siempre atentos a la palabra del obispo; los segundos a quienes hoy fue dedicada la santa homilía dominical, no recibieron, ni un saludo mucho menos una sonrisa de la llamada ‘solidaridad’ que hoy el representante de la iglesia ha pedido por los ellos, los periodistas y comunicadores de peligrosa profesión.