Rigoberto, el medallista rebelde de Uranden

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Morelia/Iván Villanueva

Rigoberto Camilo Cortés, canoista michoacano, originario de la Isla de Urandén, porta orgulloso el uniforme de medallista, una sonrisa tímida se asoma en su rostro a menudo, suele ser de nervios, su medalla de Bronce, -ganada en Barranquilla-, no se separa de su mano.
Mientras nos preparamos para la entrevista, echa un par de vistazos al metal, checa que el listón que la sostiene esté derecho, alinea su uniforme y su rostro joven espera nervioso los cuestionamientos.

Acueducto Online: ¿Rigoberto, tu infancia fue el canotaje?
Rigoberto Camilo: Mi papá no me dejaba, tenía 10 años y el quería que le ayudara al trabajo, tenía que escaparme de mi casa para ir a entrenar, aún no tenía edad para una Olimpiada, pero yo seguía insistiendo, siempre lo hacía a escondidas porque no tampoco era muy bueno en la escuela.
Acueducto Online: ¿Alguna vez te vio entrenando? Rigoberto Camilo: Sí, no le gustaba que en lugar de ayudarle en el trabajo me pusiera a jugar o entrenar con mis compañeros.
Acueducto Online: ¿De qué manera cambió tu vida con el deporte? Rigoberto Camilo: Ahora ya es mejor, le sigo ayudando a mi familia por las mañanas y en las tardes voy a entrenar.


Acueducto Online: ¿Qué sientes al escuchar el Himno Nacional en una justa internacional? Rigoberto Camilo: Es algo inexplicable, sobran las palabras. Me siento muy contento de representar a Michoacán y mi isla.

Para las fotografías regresa esa timidez, se sonroja un poco, dice no estar acostumbrado y por ello se siente un poco apenado, también tiene que luchar con su seriedad para lucir más feliz.

Así es Rigoberto Camilo, que en este Día de la Juventud, demuestra que la perseverancia y una dosis de rebeldía, -típica durante esta etapa de la vida-, te pueden permitir cumplir tus sueños.