Quinceo, “la noche más larga…”

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“Los pequeños parecen no entender la magnitud de la situación, ellos juegan con el lodo, pero regresan a sus casas ayudar, en sus rostros no desaparecen las sonrisas…”.

Morelia/Ivan Villanueva
Son las primeras horas con luz el sol en este martes trágico para la zona norte de Morelia, en este lugar se observan decenas de colonos sacando el agua y el lodo de sus casas con las pocas herramientas que cuentan: cubetas, palas y recogedores
En las faldas del Quinceo, niños y adultos intentan rescatar el poco para patrimonio que les queda, los pequeños parecen no entender la magnitud de la situación, ellos juegan con el lodo, pero regresan a sus casas ayudar, en sus rostros no desaparecen las sonrisas, uno de ellos encontró una culebra, la mató de un palazo Y ahora la muestra como un trofeo.
Las personas repiten constantemente que esta situación es en gran parte culpa de constructoras que realizaron complejos habitacionales un par de kilómetros cuesta arriba.
Ya en otra de las zonas afectadas, el daño es igual pero más aparatoso, un vehículo al fondo de una ciclovía desgajada, es la postal de bienvenida al “Mirador del Quinceo”.
En la siguiente cuadra, al menos cinco vehículos fueron arrastrados y terminaron casi en pérdida total, los vecinos cuentan cómo es que vivieron lo que pudo ser la noche más larga de su vida.
El camino sigue Y los daños son más evidentes, una de las avenidas principales luce deshecha por la corriente del agua, son pocos, los tramos que aún cuentan con cinta asfáltica.
El lodo, dificulta el caminar de las personas que buscan seguir salvando su patrimonio, algunos ya lavan desesperadamente sus muebles.
Metros más adelante, ya en otro fraccionamiento, sobre una planicie, se observa lo que aparecieron cementerio de automóviles, en este lugar terminaron la mayoría de los autos que fueron arrastrados por la creciente del agua.
En las inmediaciones de la iglesia de Quinceo, se sigue observando como el agua continúa su camino tras una ligera llovizna en la tarde de este día, algunos niños juegan con la corriente, otros sólo se limitan a ver, siguiendo el camino, se observa un camión de militares que batalla para circular debido a un socavón que se ocasionó.
De la zona de pastizal, se asoma un hombre que aparenta tener unos 40 años de edad, sale victorioso de las ramas con una fotografía en la mano, celebra que encontró un retrato de uno de sus sobrinos en buen estado, me asegura que lo pondrá secar y quedará para recuerdo.
Es mi sobrino, hijo de mi hermana Y esta foto es suya, lo bueno es que todo quedó material nadie se murió, acá arriba había dos niños desaparecidos, pero los encontraron, no todo es malo.
Los policías y militares continúan ayudando a la gente, estos últimos piden que pare la lluvia y esperan que pase rápido este amargo momento.