PVEM, y todo a las carreras…

Imagen: ACG
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Morelia / Héctor Tapia

Todo fue a prisa. Apenas iba llegando del Congreso del Estado y Ernesto Núñez Aguilar, una vez que concluyó la rueda de prensa donde presentó a Constantino Ortiz García como candidato para la presidencia municipal de Morelia, salió prácticamente corriendo de las instalaciones de su partido.

20 minutos bastaron para poner fin a las especulaciones desatadas durante dos días y formalizar la postulación obligada, cuarto para las 12, del empresario Ortiz García, a quien “se le cumplió” la aspiración de ser candidato en este proceso electoral, pero por un partido distinto al que militó durante 31 años, el PRI.

En las instalaciones del Partido Verde estaban ya, con sus respectivos chalecos institucionales, quienes serán también candidatos por este partido; abrieron paso al arribo tanto del dirigente estatal y diputado local, como a Constantino, quien también ya venía vestido con la casaca del instituto político.

Al frente, los camarógrafos apuntando como si fuera con rifles, cazando, haciendo balance de blancos, acomodando los micrófonos, esperando el momento de poner “Rec” a sus equipos; mientras los reporteros estaban ya sentados al frente, con las grabadoras y libretas listas para captar lo más relevante.

Constantino Ortiz se refirió al desaseo del proceso del partido del que apenas hace unas horas atrás había renunciado, aunque en días previos había tenido ya reuniones con la dirigencia del verde.

Núñez Aguilar enfatizó sentirse contento por haber logrado la adhesión del empresario a la contienda, quien –aseveró- cuenta con “buena aceptación” en la capital del estado, lo que les dejaría en condiciones de competitividad, dijo confiado.

La oficialización de la candidatura que ya se venía mencionando en días antes duró casi nada; y al término de la rueda de prensa no se levantaron las manos mutuamente como suelen hacer en estos casos en señal de victoria.

Al terminar la sesión de preguntas y respuestas, tanto Ernesto Núñez como Constantino Ortiz atendieron en lo particular a cada uno de los reporteros que solicitó entrevistas, que tampoco duraron mucho.

Apenas hubo un espacio y el dirigente salió apresurado; bajó los tres pisos del edificio, dio indicaciones a su equipo de trabajo en el partido, y a prisa subió a su camioneta, apenas a unas cuantas cuadras ya le estaban esperando los dirigentes del frente, para continuar con la “encerrona” de definición de espacios donde irán juntos en candidaturas comunes.