Normalistas, el latente riesgo

Especial
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Morelia/Redacción

Los estudiantes normalistas que abollan el derecho ciudadano del libre tránsito, principalmente en la capital michoacana, y que las autoridades solo optan por mantenerse a la expectativa, sufrieron una de las riesgosas  consecuencias de su polémico movimiento.

En uno de sus bloqueos viales, el conductor de un vehículo automotor, atropelló a cuatro normalistas quienes sufrieron serias lesiones, una de gravedad. Ese es el riesgo de las manifestaciones que afectan a terceros, los que nada tienen que ver en las particulares demandas de los jóvenes.

Ellos, los estudiantes normalistas, pretenden una convocatoria de nuevo ingreso a las instituciones a las cuales ya asisten, en la cual se evite disminuir la matrícula, que el examen de admisión los hagan los aspirantes con un promedio de 6  y no de 8 de calificaciones y que sigan teniendo plazas automáticas.

De esas  peticiones, las dos primeras fueron respondidas a su favor, aunque vayan en detrimento de la calidad de la educación, porque cómo seguir incrementando la matrícula de maestros cuando no hay demanda y cómo aspirar a ser docente con dudoso nivel de aprendizaje.

Y, la tercera petición, la de las plazas automáticas, los inconformes con su prohibición pretenden que los egresados de las normales accedan sin más a ser docentes, sin evaluación final alguna, sin perfil alguno, como sucede hoy en día, ese privilegio que todos los jóvenes quisieran al terminar su carrera y que ha sido permitido por autoridades que se dejan chanajear.