Que sean pequeños aspirantes a la Universidad

Foto: Enrique Castro
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Morelia/Héctor Tenorio

Diana Manrique Ascencio que fue la recopiladora del El libro de los niños jornaleros y representante legal del Espacio para la Cultura Ambiental (ECA) que realizó la investigación durante un año. Además de ser economista le pregunto cuáles elemento aplicó en la metodología que uso en la investigación. Ella reflexiono al respecto: “En términos metodológico no pude aplicar mucho en temas económico, pero más bien  para entender los estragos de la reconversión del campo, los estragos de la neoliberisación en este sector, de la mercantilización de la vida”.

Reconoció  que le ayudo a entender las nuevas dinámicas del campo que tienen está apertura comercial de privilegiar grandes cultivos, “la movilidad de la gente la flexibilidad laboral. Esto me dio elementos para entender las dinámicas del campo y porque funcionan las cosas así”. Añadió que esto le permitió pensar como se puede diseñar algo que pueda contrarrestar todo este oscuro panorama.

La cuestionó sobre cómo desde la economía se puede revertir tal situación injusta de niños condenados a la muerte, ella fue prudente al contentar: “Hay que entender que son sujetos de derechos. Entenderlos como sujetos de derechos implica  que tienen todos sus derechos como ciudadanos. A partir de ahí que políticas publica y de una amplia visión de Estado de ver a estos grandes sectores que no están siendo atendidos que no esta resolviendo una situación que se vive”.

Para ella se tendría que pensarse en otro modelo o la implementación de una estrategia a partir de la voz de estas personas y sus necesidades. Desde su punto de vista lo mas graves que no se ve a estas personas, cuando se hace política pública cuando se hacen programas.

El libro de los niños jornaleros los visibiliza a esto menores preguntó, Manrique Ascencio señaló que el discurso no es literal, “explica  quienes son los niños desde su propio discursos”.

Le pido que me diga cuál es la metodología  que ha venido utilizado ECA desde el 2008: “Nos fundamentamos en metodología de educación popular y a partir de ahí  hemos podido adecuar y conformar una propia metodología muy propia dela organización, desde la interdisciplinar, de dialogo. A partir de eso contextualizarlo hacia  donde nos invitan, hacia donde es necesario encaminar el trabajo, la metodología se va moldeado en cada espacio”.

La información del libro fue  producto de haber visitado siete campamento, le digo que si encontró un hilo conducto de resultados  en ellos. Respondió, “Son muy diferentes pero si encontramos que falta mucha atención de salud, de educación de violencia son los asuntos que se deben resolver además que  trabajan  bajo condiciones muy precarias”.

Entonces hay presencia del narcotráfico en algunos de los campamentos, “nosotros tuvimos que salir de uno de ellos”. Reconoció que esto complica cualquier solución.

Insistió: ¿Cómo romper el círculo de pobreza?

Desde su punto de vista es la pregunta del milenio, “es una pregunta difícil pero sic reo que es de entender nos como ciudadanos que somos agentes de derechos, entender que todos tenemos derecho a la salud. A partir de ahí desde los distintos quehaceres tanto del gobierno como de la ciudadanía podemos erradicar las situaciones de marginaciones que viven los jornaleros. Habría que ver como se definen la pobreza, pobreza de que tipo. Más bien como una situación marginada. Hay entender de quienes es el responsable de crear las condiciones y la ciudadanía de denunciar y demandar”.

 Considera indispensable  hacer visible a los niños jornaleros, a las familias, a los campamentos. Al finalizar la entrevista  acepto que es necesario masificar la educación para este sector olvidado, “habría que certificar  ha mucho más estudiantes y que un niño o niña jornaleras pueda  aspirar si quiere llegar a la universidad”.