Morelia/Redacción
Otra vez, pero en su XXVII edición, el arribó de la carrera Panamericana al “corazón” histórico de la capital michoacana, sin dejar la nostalgia de los adultos, adultos, causó conmoción sobre todo entre los jóvenes y pequeños que admiraron a los clásicos de clásicos, a los “viejitos” automotores que confluyeron frente a la colonial catedral moreliana. La serie gráfica de Samuel Ponce Morales nos lleva a un pasado que cada vez se vuelve más lejano pero no olvidado.
