Los dolores del PRD en Michoacán

Comparte

Morelia/Samuel Ponce Morales

En reunión extraordinaria, efectuada en esta capital del estado, en un pronunciamiento poco usual, figuras emblemáticas y dirigentes formales e informales del perredismo  michoacanos mostraron su “dolor” por lo que ocurre al interior de su partido político.

En el extenso documento leído en el acto partidista inicia con describir la situación que hoy en día vive el país, del papel que ha jugado el propio instituto y de la necesidad de refundarse y de algunas acciones para recuperar las razones que dieron origen a su existencia.

Y, en ese marco, el texto, en cuyo casi final aparece la frase: “no estamos derrotados”, habla de cuando menos de dos de los dolores que actualmente agobian a los perredistas:

1.- La dolorosa renuncia de nuestro dirigente y fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, lastima como a ningunos otros a los michoacanos, cuya historia e identidad está profundamente ligada a la labor y el pensamiento del General Lázaro Cárdenas del Rio.

2.- Nos duele que se hayan efectuado prácticas antidemocráticas, que se hayan tomado decisiones cupulares basadas en proyectos personales o de grupo, en donde se impusieron las ambiciones de poco por encima de los intereses de los militantes.

A continuación presentamos el texto íntegro del pronunciamiento del Sol azteca en la entidad:

Hoy nuestro país, nuestro estado y el sistema político nacional  enfrentan la peor crisis de gobernabilidad, legitimidad y credibilidad ante los ojos del mundo y de todos los mexicanos.

Los últimos meses han exhibido la ausencia de un proyecto de nación en donde todos los mexicanos estén incluidos, en donde es visible la debilidad de las instituciones gubernamentales y políticas, donde se registra una evidente ausencia de justicia, legalidad, democracia, inclusión y transparencia, que afecta todos los órdenes de gobierno.

Pero también los partidos políticos atraviesan por graves problemas de credibilidad, falta de vinculación social, acusaciones de corrupción, falta de transparencia, prácticas clientelares y sectarias, y una grave ausencia de democracia interna. En esta crisis están inmersos todos los partidos e instituciones políticas en México, y la izquierda no está exenta.

Con humildad reconocemos que nuestro partido, el de la Revolución Democrática enfrenta una difícil situación ante la opinión pública nacional, a raíz del caso de Iguala y la renuncia de nuestro fundador, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, es producto de la misma.

Reconocemos también que algunas de nuestras dirigencias nacionales han equivocado el camino, olvidando el verdadero compromiso con los ciudadanos, acercando al partido a alianzas con el régimen priista así como con fuerzas políticas con las que los diferendos son añejos, situación que nos ha alejado de nuestros aliados ideológicos naturales, poniendo en vilo la vocación histórica de nuestra organización.

Militar en la izquierda implica el cuestionamiento y la revisión permanente de nuestro actuar; el dogma y la cerrazón son propios de las fuerzas retardatarias y es por ello que nos preocupa y nos ocupa emprender un replanteamiento y una reflexión de fondo, derivado de lo cual hacemos un llamado a la dirección nacional de nuestro partido a que convoque a las estructuras del partido y a sus liderazgos, formales y no formales a hacer un análisis crítico sobre el verdadero papel de nuestro instituto político, de cara a la militancia, con la sociedad de nuestro estado y del país entero.

El caso Iguala ha sido la exhibición dolorosa del tamaño de nuestra crisis de identidad y de valores; por lo que pretender suturar esa herida sin hacer una profilaxis mínima, resulta impensable para nuestro movimiento que alzó como bandera la probidad y el espíritu de servicio en los representantes populares.

La dolorosa renuncia de nuestro dirigente y fundador, Cuauhtémoc Cárdenas, lastima como a ningunos otros a los michoacanos, cuya historia e identidad está profundamente ligada a la labor y el pensamiento del General Lázaro Cárdenas del Rio.

En el PRD en Michoacán, refrendamos nuestra vocación cardenista, nos mantenemos en la firme convicción de que el servicio a la sociedad, el dialogo con las mayorías, la defensa de la soberanía nacional y los recursos naturales, así como la oposición a quienes atentan contra la autodeterminación de los pueblos; son el legado ideológico al que debemos abrazarnos para reanimar la esperanza de un destino de bienestar para las mayorías.

Como michoacanos, como cardenistas, como militantes de la izquierda, nos duele la renuncia del Ingeniero, Cuauhtémoc Cárdenas y suscribimos todas y cada una de las reflexiones que autocríticamente ha expresado en diferentes documentos que el propio Ingeniero ha hecho públicos, nos duele que el PRD se haya alejado de sus principios y valores fundacionales, que se haya distanciado de la sociedad civil y del movimiento social.

Nos duele que se hayan efectuado prácticas antidemocráticas, que se hayan tomado decisiones cupulares basadas en proyectos personales o de grupo, en donde se impusieron las ambiciones de poco por encima de los intereses de los militantes.

En el trance por el que atraviesa el partido, resulta irreversible la recuperación de los principios fundacionales y restablecer la vinculación con la sociedad y las manifestaciones ciudadanas, como está sucediendo actualmente en México en donde se exige justicia y conocer la verdad por el caso de Ayotzinapa, o por las detenciones arbitrarias de los manifestantes en el zócalo de la Ciudad de México.

En lo que concierne al PRD Michoacán, quienes tenemos la convicción de recuperar los orígenes y la esencia democrática del partido, asumimos el compromiso de priorizar los procedimientos democráticos, restablecer el vínculo con la sociedad, buscar que se reinstalen los lineamientos de izquierda en el partido.

Tenemos que demostrarle a los michoacanos que se pueden construir proyectos de gobierno desde la izquierda partidaria, con amplio sentido social, sensibles, democráticos, progresistas y que resguarden los derechos y las libertades ciudadanas.

Demandamos a la dirección nacional de nuestro partido un cambio integral en la toma de decisiones, que se abra al escrutinio ciudadano, que se incluya a todas las expresiones y que se pongan por delante los valores, los principios, las causas democráticas, y los objetivos con los que nació el partido hace 25 años.

Derivado de lo cual se hace impostergable que ésta convoque a una Asamblea integrada por los liderazgos formales y no formales de nuestro partido, así como por reconocidos miembros de la izquierda en nuestro país, militen o no en el PRD; a efecto de que se revisen los mecanismos y el marco institucional sobre el que descansa nuestro partido

El PRD tiene que volver a ser el conductor de las causas sociales, de la transformación de México, de la defensa de los ciudadanos.

El partido se debe a la gente, se debe a los mexicanos. Hemos hecho grandes sacrificios, hemos encabezado las mayores luchas por la democratización en México.

Michoacán es la cuna de grandes mujeres y hombres que han dado su vida por la transformación del país y los perredistas estamos conscientes de ello, y lo tenemos que refrendar y demostrar en los hechos.

Por ello es que integraremos una comisión de fundadores de nuestro partido que convoquen para el mes de enero a un Congreso Estatal decarácter refundacional mismo que tendrá un carácter deliberativo de orden político para nuestro movimiento en el estado.

No estamos derrotados. Tenemos proyecto, programa, valores, principios, objetivos y la gran causa que nos debe de mover, que son los ciudadanos. Resta sólo tomar decisiones de fondo.

Recuperaremos nuestra esencia para recuperar a Michoacán y a México.