Larga vida a la Danza de las Panaderas de Tarecuato

Imagen Zayda Solís/Acueducto Noticias
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Zacán, Los Reyes, Mich.| Acueducto Noticias/ Zayda Solís.- Las danzas tradicionales de hoy en día son una mezcla de la música, identidad y cosmovisión de las diferentes culturas indígenas, con elementos europeos y africanos, como el caso de La Danza de las Panaderas de Tarecuato.

A diferencia de otras manifestaciones culturales como la indumentaria, la gastronomía y las técnicas artesanales, las danzas y las lenguas originarias corren el riesgo de perderse, porque no basta con que quede un registro o un archivo. Se necesita de las personas para darle sentido a un baile, para hacer y tocar un instrumento.  Personas que piensen y sientan a partir de su lengua materna.

Por ello son importantes eventos como el festival artístico de la raza purépecha, porque en ellos podemos ver representaciones artísticas y culturales que en otros contextos pasan desaparecidos o simplemente no existen.

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El porte de las doncellas

Hay que apuntar que el grupo de La Danza de las Panaderas de Tarecuato está conformado por doce mujeres y un hombre e incluye una banda de música.

Las mujeres se preparan con tres meses de anticipación para su presentación en El Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha de Zacán.

La colorida indumentaria de las mujeres resalta en el auditorio, predomina el color rojo adornado con el dorado de los holanes que llevan en el delantal. Portan collares rojos y su cabello trenzado.

Clara Silva de 47 años, tiene quince años participando en el Concurso Artístico de la Raza P’urhépecha de Zacán.

Sobre los trajes “portamos un traje de gala de la comunidad de Tarecuato. Es un traje que utilizamos en nuestras fiestas que solamente lo portan mujeres doncellas. El color del traje si es especial para esta danza, pero es también nuestro traje de gala.  Nada más se utiliza para eventos importantes”.

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Con los pies descalzos

Un aspecto interesante es que durante la danza las mujeres no utilizan algún tipo de calzado, a lo que Silva comentó que antiguamente “las mujeres de Tarecuato se identificaban por no usar zapatos”. Hoy en día “es una muestra de que nosotras queremos preservar nuestra identidad, es una representación”.

El origen de esta colorida danza es desconocido, existen algunas aproximaciones, las danzantes concuerdan en que la danza se ejecuta “desde la época de los frailes ahí en Tarecuato”. Desde Fray Jacobo, en el siglo XVI. Se cuenta que desde antes de los españoles ya había una danza en la zona de Tarecuato, pero los frailes la adaptaron”.

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La flor de naranjo

El grupo dancístico es conocido como Flor de naranjo, en los quince años que llevan participando se han llevado el segundo lugar. En la edición número cincuenta del concurso se llevaron el tercer lugar.

La danza es “la representación del oficio de la preparación del pan. Se muestra el proceso en tres partes. La elaboración, la cocción y la repartición”.

Durante el aniversario cincuenta dijeron sentirse orgullosas de participar, “primero de ser purépechas y luego de poder compartir la danza en Zacán y en varias partes. Porque ya hemos bailado en varios municipios de Michoacán”.

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Un baile doloroso

Sobre las dificultades de ejecutar la danza, “tenemos un paso que lleva cadencia, algunas veces, a pesar de los años que llevamos bailando, se nos olvida. Nos han querido copiar, pero no han podido”. “Somos las únicas que bailamos sin zapatos, aunque es doloroso”.

Gracias a la participación que han tenido en el concurso artístico de la raza Purépecha, al interior de la comunidad de Tarecuato, la población se ha interesado en preservar la danza. “Sobre todos los niños y niñas. Desde el consejo supremo indígena han estado implementando la danza. Ya hay un grupo de niños que baila la Danza de las Panaderas”.

Hacia el futuro, Las panaderas tienen interés en llevar su danza a más lugares, inclusive fuera de México. Sin duda, están orgullosas de su cultura: “Nuestra danza es originaria, tanto la música como la coreografía y la vestimenta”.