La triste historia

ESPECIAL
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Morelia/Redacción

Don José de Jesús Guzmán Jiménez y sus hijos Armando, Amafer, Solón Adenauer y Venustiano, originarios de la comunidad indígena purépecha de Tarejero, municipio de Zacapu, Michoacán, fueron detenidos y desaparecidos, acusados de pertenecer a grupos armados clandestinos, por su oposición al gobierno.

Abdallán Guzmán Cruz , sobreviviente de esta familia, recuerda que fue entre los años de 1974 y 1976, cuando sus hermanos y su padre, fueron detenidos y desaparecidos por agentes de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, señalada como la Brigada Blanca, sin que hasta la fecha se conozca su paradero.

Amafer Guzmán Cruz fue detenido en la ciudad de Morelia, Michoacán; Armando Guzmán Cruz en Ciudad Netzahualcóyotl, Estado de México; José de Jesús Guzmán Jiménez (el padre) y Solón Adenauer Guzmán Cruz (17 años) fueron detenidos en Tarejero y Venustiano Guzmán Cruz (17 años) en Acapulco, Guerrero. Alexander, otro de los hermanos Guzmán,  fue detenido en 1971 en el estado de Jalisco por agentes de seguridad, quienes lo torturaron de forma tan brutal que le causaron daños sicológicos irreversibles.

Fue apenas en el 2001, que la Comisión Nacional de Derechos Humanos determinó la existencia de elementos que sustentan la calidad de detenidos-desaparecidos de los cinco miembros de la familia Guzmán Cruz.

En octubre de 2006, ante los nulos resultados de la Fiscalía Especializada en Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, los familiares enviaron una petición a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que admitiera el caso, lo que no se logró hasta en 2013, luego de que la CIDH trasladó la petición inicial al Estado mexicano, el cual tras solicitar prórrogas la contestó de forma vaga e incompleta en agosto del 2012.

El 7 de julio de 2017, Abdallán Guzmán  compareció en audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para pedir que el organismo emita un informe “de fondo” que pueda presionar al Estado Mexicano para que la investigación avance efectivamente.

Ante los comisionados de la CIDH señaló que “no es que su familia esté contra la reparación del daño, lo que les interesa es conocer la verdad, que se haga justicia y que no vuelvan a repetirse estos crímenes”.

En la audiencia Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de la Secretaría de Gobernación (Segob), refirió  “El Estado mexicano reconoce ante esta honorable Comisión y naturalmente frente al testigo, la víctima las violaciones a derechos humanos derivadas de la desaparición forzada cometida en contra de Amafer Guzmán Cruz, Armando Guzmán Cruz, Solón Adenauer Guzmán Cruz, Venustiano Guzmán Cruz, y José de Jesús Guzmán Jiménez, a la luz de los hechos y contexto identificados por la CNDH”.

Pese a lo anterior, no se han obtenido avances en la investigación, mientras que los familiares de las víctimas han señalado que personas desconocidas habrían ingresado a sus viviendas en actos simulados como robos, sustrayendo información relacionada con la búsqueda de verdad y justicia sobre lo sucedido a sus familiares.