Esbeltas damas, el color de la muerte

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Capula /Julieta Coria

Es la época del año en que festejamos la muerte. La tradición es hacer altares a nuestros muertos, calaveritas a nuestros amigos o familiares, tapetes florales y  por supuesto recordar a los que ‘pasaron a mejor vida’. Los panteones repletos, nos lo recuerdan.

El olor a incienso, flores de cempasúchil y las miles de imágenes de la catrina ha inundado las calles principales en la tenencia de Capula, albergan la Séptima Feria de la Catrina, miles de figuritas  de la esbelta dama, atraen a cientos de asistentes, a realizar recorridos por los puestos donde los artesanos exponen sus obras.

La muerte no es un juego, la muerte es lo más respetado de la vida y por supuesto la celebración de los vivos.

Capula, un pueblo 20 kilómetros al poniente de Morelia, recibe a los visitantes por séptima ocasión y de manera consecutiva de la Feria Artesanal y Cultural de La Catrina de las Calacas.

 Son días de fiesta, se siente en el aire, en sus viejas calles, llenas de olor a viejo a tradición a muerte.

La conmemoración de muertos, se ve reflejada hasta en los más pequeños de sus habitantes, niños, niñas y jóvenes con sus rostros marcados por coloridas catrinas y catrines deambulan por las calles, en la plaza principal jóvenes todavía con sus uniformes preparan los altares en memoria de los que ya no están.

Capula está de fiesta, catrinas y ‘catrinitas’ de todos los tamaños, de todos los colores, huele a barro, a tierra mojada que mantiene viva una tradición milenaria en el manejo de la arcilla, a flores a comida desde un pozole, verde o rojo, con pollo o carne de puerco; menudo, tacos de bistec, chorizo, barbacoa, las ricas carnitas, quesadillas, gorditas, tamales, atole, buñuelos, sin faltar el pan de muerto, entre muchos otros, sacaban antojo a los turistas que no dudaban en detenerse a deleitar algún platillo.

Capula está de fiesta, conmemora la muerte por doce días, algarabía color y música en un solo lugar, artesanos en su estado natural, así como si nada, recordando a la muerte en sus figuras de barro, entre la belleza el recuerdo a los muertos está más que vivo…