Editorial. Los intocables

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Samuel Ponce Morales
1.- Para nadie es un secreto que, en los tres poderes michoacanos, desde el Ejecutivo hasta el Legislativo, pasando por el Judicial, hay un exceso de personal sindicalizado, incluso muchos de sus integrantes ocupando puestos sin el mínimo perfil, lo cual evidentemente provoca mayor burocratismo y mayor gasto.

2.- Aun así, ninguno de esos poderes contempla una reingeniería administrativa de gran calado que contemple la reducción de los sindicalizados, bajo el argumento de no violentar sus derechos, pero tampoco su reubicación, en base a sus perfiles, en aquellos lugares en que se requieran sus servicios.

3.- Como tampoco los dirigentes sindicales de esos tres poderes se atreven a convocar a sus agremiados, que no exactamente a sus seguidores a una cruzada de capacitación, adiestramiento y de productividad laboral, porque en ninguno de ellos está en la mente dejar la comodidad de todos los días.