¿Dios bendiga…?

Imagen: Hector Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Llevan casi 40 minutos de retraso. El evento de la Fuerza Ciudadana “Morelia Segura” no empieza; los invitados, funcionarios públicos, diputados locales, líderes empresariales, directores de medios de comunicación, se pasean de un lado a otro del espacio de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado preparado para el acto. Charlan entre ellos, ríen.

Horas antes los normalistas habían comenzado una oleada de ataques en contra de las instalaciones de partidos políticos e instalaciones del propio gobierno del estado, en este caso de la Secretaría de Finanzas; esto tenía reunidos al gabinete de seguridad para evaluar y dar seguimiento a lo que sucedía afuera del cerco de las instalaciones donde se esperaba comenzara el evento.

La especulación, la expectativa. Por redes sociales corre rápido la información. Periodistas que esperaban el evento oficial intentaban ponerse al tanto de lo que ocurría, los últimos detalles, habría que preguntar o ver qué tenía que decir tanto el Secretario de Seguridad, o el Procurador de Justicia, el Gobernador del Estado o el mismo Comisionado para la Seguridad de Michoacán.

40 minutos y ninguno de los integrantes del gabinete de seguridad, ni el comisionado, salen de la reunión.

Afuera, la banda musical de la Secretaría de Seguridad Pública toca intermitente algunas piezas musicales para amenizar la espera, la charla.

De pronto, a lo lejos se escucha que comienzan a dar explicaciones sobre el equipamiento que sería entregado en el evento. Ya comenzaron con los detalles y todos los invitados distraídos. Así sin más comenzó. Camarógrafos, fotógrafos, acudieron a prisa a tomar las gráficas.

Comenzaron el recorrido y recibieron la explicación el Secretario de Seguridad Pública del estado, Carlos Castellanos Becerra, el Procurador de Justicia del Estado, Martín Godoy Castro, Wilfrido Lázaro Medina, alcalde de Morelia, el comisionado para la Seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes. El gran ausente, el gobernador del estado, Salvador Jara Guerrero.

El mandatario michoacano, al igual que el Secretario de Gobierno de la entidad, se habían quedado pendientes del conflicto ocasionado por los estudiantes normalistas.

Lázaro Medina en su intervención, fue el primero en tomar la palabra insistió en el agradecimiento al presidente de la República, “Don Enrique Peña Nieto”. Aspecto que entre algunos de los medios de comunicación causa hasta cierta risa, casi adivinan el momento en que lo dirá y que en cada acto lo repite innumerables veces.

En representación del Gobernador del Estado, Carlos Castellanos, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, dice que “no quiero creer que el mundo actual sea más violento que en otras épocas, pero no se me escapa que a la religión llegó la inquisición”; agrega que “lo que duele es que se ha avanzado en el conocimiento del hombre y sus derechos, y esto hace más hondo e irreductible el abismo con las realidades que hoy nos toca vivir”.

Luego del discurso que intentó ser conciliador y a conciliar diferencias, quizá en alusión al conflicto causado por normalistas horas antes, el secretario de Seguridad Pública concluyó con un “Dios bendiga a ustedes, Dios bendiga a Michoacán”, haciendo recordar a los discursos de los políticos norteamericanos, y que causó cierto desconcierto entre algunos asistentes que sólo atinaron a voltearse a ver momentáneamente.