Crimen sin castigo…

Imagen: Alan Ortega
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Santa Ana Maya/Alan Ortega

Cientos de personas se congregaron en la plaza principal del pueblo de Santa Ana Maya para recordar al médico, Ygnacio López Mendoza, expresidente municipal de este municipio que fue ejecutado hace un año después de denunciar que sufría el acoso del crimen organizado.

Su fallecimiento sigue sin resolverse y los autores del crimen continúan libres. El caso del edil está a cargo de las autoridades judiciales del estado de Guanajuato, pues el cuerpo fue encontrado el pasado 7 de noviembre del 2013 entre las comunidades de El Zapote y Puerto de Cabras, apenas a 500 metros adentro de terreno guanajuatense.

Las campanas de la iglesia del pueblo resonaron a las 12:00 y aproximadamente 400 personas ya se dieron cita al homenaje, que familiares y amigos del doctor prepararon en su memoria.

Expresiones de cariño y respeto se vieron plasmadas en lonas y pancartas que fueron colocadas en la base dónde se colocaron los políticos y amigos que se hicieron presentes en el homenaje.

Al escenario pasaron diversos personajes y, entre los mensajes, se destacó la labor altruista que realizo durante su vida, desde no cobrar por sus servicios hasta acudir a comunidades alejadas para atender las emergencias médicas que surgían en la comunidad, la gran mayoría de estas acciones sin cobrar un solo peso.

Durante el acto se proyectó un documental que tuvo una duración aproximada de 30 minutos, en este vídeo se presentaron testimonios vertidos de la obra que realizo en vida Ygnacio López Mendoza, el vídeo protagonizado por los pobladores y políticos que conocieron al médico cirujano partero de profesión.

Tocó el turno de hablar frente a los asistentes a Natasha López, hija de Ygnacio, quien exigió a las autoridades que el crimen que sufrió su padre no quede impune, mensaje que fue replicado por los asistentes, entre ellos destacaron los senadores Raúl Morón Orozco y Luisa María Calderón.

Después de una hora y cuarenta minutos, hubo intervenciones musicales, vídeos y testimoniales, los asistentes y familiares se trasladaron al corazón de la plaza principal para develar el monumento que fue realizado con llaves, monedas, estaño y bronce que habitantes donaron para su realización, obra del escultor moreliano Francisco Ramírez Domínguez, quién no cobró por la realización de esta escultura.

La escultura se mantuvo cubierta de un manto rojo durante el acto y al estar todos los asistentes alrededor de ella, el encargado recibió la orden de desatar los lazos que mantenían cubierta la estatua.

Entre dolor y tristeza los habitantes de Santa Ana Maya aplaudieron después de la develación, la música de banda sonó en los alrededores, algunos asistentes se quedaron frente a la estatua para recordar al personaje más representativo en los últimos tiempos de este pueblo que se encuentra a 40 minutos de la capital y que colinda con el estado de Guanajuato.