“Complementariedad” frente a violencia

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Morelia / Héctor Tapia

En la ruta por la paridad de género ha habido avances importantes, estos se han dado en lo que se refiere al tema de la legislación o la normativa, sin embargo el principal problema radica en la verdadera relación entre hombres y mujeres, señala Gerardo Ávalos Tenorio, investigador, quien es autor de “Ética y Política para tiempos violentos”, editado por la Universidad Autónoma Metropolitana.

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Explica que al momento hay un cambio institucional importante en lo que se refiere a la búsqueda de la paridad, donde ya la legislación electoral ha cambiado de tal forma de que se ha asumido la paridad como una política básica, y con ello se han puesto ya algunos candados a los mecanismos, en la parte jurídica, para garantizar esto.
Sin embargo, dijo, la verdadera equidad enfrenta problemas culturales que rigen la relación entre hombres y mujeres, “es un problema de atraso cultural” donde a la mujer se le sigue asociando con la reproducción.
De acuerdo al investigador, la mujer en la sociedad capitalista juega “cuatro papeles”: es vista como un objeto que puede ser usado, consumido y tiene hasta valor económico como una “cosa”; el segundo papel es para la reproducción “de la estirpe”; el tercer es la cuidadora de la descendencia y el cuarto es la que educa.

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Estos son los papeles a los cuales se les ha adscrito tradicionalmente, bajo la perspectiva patriarcal, y que precisa ser modificada, apuntó.
“Lo que nunca se dice es la complementariedad del hombre y la mujer, que funcionan en términos comunitarios” y que por consecuencia alcanza lo político.
Gerardo Ávalos dijo que lo que urge es superar la violencia que se ha generado, que es “la barbarie”, aspecto donde los focos están encendidos, por lo que remarcó como necesaria la coparticipación.

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Sobre la violencia de género, el investigador profundizó y dijo que si bien hay Alertas de Violencia de Género, como el caso de Michoacán, es necesaria la evaluación de estas medidas y que los recursos que se destinen se pueden canalizar correctamente con un buen diseño de políticas públicas que atiendan los orígenes de la violencia.
Si bien, dijo, “las mentalidades tardan tiempo en modificarse, afortunadamente los jóvenes traen una dinámica distinta”, donde se necesita integrar las medidas de alerta de género con la generación de trabajo en los jóvenes, “no se puede nadie quedar excluido”.

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