CNTE, ¿plantón fifi?

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Morelia/Samuel Ponce Morales

Hoy amaneció nublado, sin gran tensión por la falta parcial de gasolina, el centro histórico despejado, al menos su avenida Madero; sin embargo, antes del mediodía, en ese sitio, entre la cantera rosa, poco a poco, como operación hormiga aparecieron los llamados maestros democrático.

A veces en grupo, a veces solos, se fueron conglomerando casi silenciosamente, pero no en forma desapercibida, de repente, casi de la nada, entre la Plaza Melchor Ocampo y la Catedral y el Palacio de Gobierno, en la vialidad empezaron a tejer su plantón por tiempo indefinido.

Las mantas iniciaron su despliegue, así como las tiendas de campaña, pero aún más la gran carpa, el kiosko imaginario del plantón que está ahí bajo el pretexto del no pago de adeudos atrasados a los llamados maestros democráticos.

Ahí se instalaron con consignas dibujadas en esas mantas, más horizontales que verticales, algunas con leyendas sobre la ya inminente derogación de la reforma educativa, otros contra el gobernante del estado.

Casi en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba el enorme campamento, cuyas oscilantes calles improvisadas de todos menos de concreto, de tabique; estaba ahí, tendido, en el cual a veces, a veces, parecía un tianguis.

No, no era el campamento como los de antes, a ras de suelo o improvisados cuartos de cartón, de palitos y hasta de tela; no, las tiendas de campaña tenían el aire al que todo fifi aspira.

Imagen ACG

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