Morelia/Samuel Ponce Morales
Ante la declaración de la inexistencia de su huelga, y su desesperación por no esperar los tiempos jurídicos de un posible revire, burócratas estatales mostraron su impotencia y enojo y en forma cobarde y vandálica al reclamarle al gobernador Fausto Vallejo Figueroa el por qué demandó la desarticulación de su movimiento.
La inesperada actitud mostrada por los trabajadores del Ejecutivo del estado se dio en el marco del acto cívico de Héroes y Mártires del Movimiento Obrero Mundial, impulsado por la Confederación Revolucionario de Obreros y Campesinos (CROC), en el centro histórico de la propia capital michoacana.
Con calificativos como “maldita calaca”, ante lo cual el mandatario trató de encarar a su agresor, aunque no le fue permitido por su cuerpo de seguridad, y el arrojo de objetos hacia la comitiva oficial fueron la tónica de las airadas protestas de los burócratas, tomando por sorpresa a los encargado de la integridad física del ex alcalde y a los propios organizadores, por lo que el titular del Ejecutivo.
