“Apenas les salía para comer…”

Especial
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Uruapan/ Grecia Ponce

Eso que dicen que estamos desapareciendo es mentira. “Si te fijas, durante el tianguis y en los talleres, ya no está la persona grande, sino que están los hijos, quienes han continuado con este oficio y por lo tanto hace falta un incremento de recursos para el sector artesanal”.

Como ex lideresa estatal, expuso que la principal necesidad de los artífices es la comercialización y dijo creer que dentro de las reformas que se le hicieron a Ley Artesanal del Estado de Michoacán, el IAM, debería de tener no sólo un departamento de capacitación, sino uno de investigación.

En ese departamento se deberían de documentar todas las técnicas artesanales y que “de ahí se desprenda la capacitación. Algunos logramos brincar hacia otro nivel y nuestras piezas se cotizan mejor, pero hay cientos de artesanos que no han salido de los tradicional, que es importante mantenerlo, pero eso no mejora sus condiciones de vida y ese aspecto se debe de trabajar”.

Se requiere de un departamento de documentación e investigación, que fortalezca la capacitación, a donde el artesano pueda ir a consultar y podamos mejorar las técnicas artesanales”.

Maribel Acosta Reyes, recordó que sus suegros trabajaban la loza verde y “apenas les salía para comer. Comencé a buscar la forma de mejorar y hacer las piezas a la alta temperatura. En 1990 tuve un curso financiado por la Casa de las Artesanías, cuando me enseñaron a tornear. El dirigente de los artesanos era Salvador Olivos y él fue el que me consiguió e curso”.

En Tzintzuntzan ya son varias familias las que cultivan esta la técnica de alta temperatura, que en este lugar se inició con Manuel Morales y su familia; escuela que siguió la familia Chichipa y la de Maribel; la familia Cuirís Acosta.