“Ya no llegué; un muro le cayó encima…”

Foto: Enrique Castro
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Morelos/Enrique Castro

Frente a lo que era la iglesia de Jojutla, una tienda de abarrotes “descansa” derrumbada sobre su parte trasera, casi por caer al río.

Y, frente a ella está Pablo Ochoa, quien con lo que pudo recuperó parte de mercancía, la cuenta frente a la tienda.

“Yo soy empleado de aquí, e iba llegando, mi esposa alcanzo a salir junto con mi hija” plática mientras para el conteo.

“Sentí muy feo” lo dice mientras su voz se le corta y en palabras cortadas platican en referencia al momento de perder todo tan rápido.

Él espera que “estas gentes” (las del gobierno) le ayuden a reconstruir, por lo pronto ayudará en lo que se pueda.

Del otro lado de la plaza, Jorge Álvaro se come una torta al lado de sus amigos, mientras una retroexcavadora destruye lo que era su casa.

No tiene muchas ganas de hablar, está cansado, sin embargo, accede: ” estaba en la cocina, corrí espantado, abracé a mí a mamá y la saqué.

“Mi tío vivía al lado, corrí a ayudarle, pero ya no llegué; un muro le cayó encima”. El tío de Jorge falleció en ese momento.

“Es una pesadilla, pero estamos aquí ayudando a todos los demás” .Él tiene 30 años y junto a sus amigos estuvieron recogiendo escombros en varias casas, “lo importante es ayudar, aunque estemos tristes”