Ni la lluvia, ni las marchas…

ACG
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Sobre la avenida principal, una mujer pide limosna, mientras la marcha de las enfermeras hacen los propio al gobierno, ella con su brazo estirado pide solo unas monedas, no más.

Se necesidad es grande, que ni los la lluvia que avecina, ni el ligero viento, impiden, que a su manera, también proteste.