Morelia/Acueducto
En cada año, la Semana Santa se vuelve un evento en la que cristianos y no creyentes disfrutan de esta época durante siete días, los cuales padeció la Jesús de Nazaret. Muchas personas celebran estas fechas ya sea por la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo o por el periodo vacacional derivado de estas fechas religiosas.
En México la Semana Santa es una tradición que se ha arraigado entre sus habitantes uniendo a nuestro país en la celebración más representativa para los católicos en el mundo. La pasión de Cristo desencadenó una serie de cofradías las cuales a través de la penitencia rogaban el perdón para sus pecados. En aquél tiempo proliferaban cofradías flagelantes, las cuales recorrían las ciudades encapuchados mientras entonaban cánticos y con objetos punzocortantes se causaban daño.
Las procesiones de Semana Santa aparecieron en el siglo XVI, en el mayor auge de las cofradías. Estos grupos religiosos comenzaron a utilizar distintos símbolos, los cuales eran reliquias valiosas provenientes de la Pasión de Cristo. Las distintas cofradías salían a realizar una procesión y otras preferían rendir el culto a la reliquia dentro de la capilla.
El famoso Vía Crusis apareció a mediados del siglo XV en el sur de España. El padre dominico Beato Álvaro de Córdoba peregrinó hasta Tierra Santa donde observó que los franciscanos procesionaban entre rezos por el camino que recorrió Jesús con la cruz en la espalda. A este religioso se le ocurrió hacer lo mismo en forma de Vía Crusis, el cual tenía la ventaja de suministrar los mismos efectos penitenciales y salvíficos sin importar quien lo practicase.
