El majestuoso hilar…

Especial
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Jesús Valencia Farías/Los Reyes

Los Chorros del Varal desde que se conocen están envueltos en el mito y la magia de naturaleza. Se habla de una mujer hermosa que sale de una cueva que está detrás de la majestuosa caída de agua para encantar al que se atreva a llegar hasta ese lugar. La bella mujer promete salir del hechizo en que está atrapada, al hombre que logre subir a la superficie con un pesado recipiente que se convertirá en oro, si este llega hasta arriba sin voltear atrás.

Más allá de la típica leyenda que se cuenta de Los Chorros del Varal, recuerdo lo que me contaba mi abuela materna que vivió toda su vida en Los Reyes: Cuando ella se refería a Los Chorros siempre hablaba de lo peligroso que era aventurarse a bajar por el barranco de casi 100 metros antes de que construyeran las gradas porque había que pasar entre espinas, varales, peñascos y animales salvajes.

 

Decía que la gente que iba al lugar era para cazar o a buscar tesoros, y también algunos jóvenes solo por tomarse un reto. Ella recordaba con sorpresa que la gente de sus conocidos que alguna vez fueron a conocer Los Chorros regresaban sorprendidos platicando que habían visto leones, tucanes y guacamayas de muchos colores. Mi abuela me recomendaba tener cuidado con las rocas, los animales, el rio y las cuevas cuando fuera a visitar porque había gente que fue y no regreso. En la actualidad en el trayecto de 786 gradas para acceder al lugar ya no es común que animales se dejen ver, y no hay peligro con rocas como antes, se cuenta con un puente colgante recién restaurado para cruzar el rio y dos miradores, uno de ellos para apreciar la cascada de El Salto que esta 100 metros a la izquierda antes de bajar por las escaleras.

Desde que estas al pie del barranco el sonido de la caída de los chorros de agua de unos 70 metros te invita a bajar a descubrir. Mientras bajas y te acercas a la cascada, ese sonido se vuelve más intenso y relajante. Cuando ya estas cerca de las enormes cascadas, el velo acuático que brisa te rosa la piel y emerge como vapor a la superficie creando una atmósfera mágica con prismas de colores al contacto con los rayos del sol, al mismo tiempo que la cueva detrás de los chorros parece el misterio del paraíso natural, donde muchos que entraron, no regresaron.

Lo atractivo de este sitio explica quizá porque el mito de la mujer encantada sigue vigente hasta la fecha ya que sirve como una advertencia para que los turistas no se dejen seducir por la belleza en el lugar al grado de que puedan poner en riesgo su vida.

Un paraíso en la Cuenca del Tepalcatepec

Los Chorros del Varal se encuentran en un punto geográfico que divide Michoacán de Jalisco y que separa los municipios de Periban, Los Reyes, Tocumbo, Jilotlan de Dolores y Santa María del Oro en la parte media de la cuenca del rio Tepalcatepec, en el occidente de la república mexicana.

La carretera de acceso a este lugar inaugurada en el año 2009 es de unos 17 kilómetros desde la cabecera municipal de Los Reyes, a lo largo de la cual se encuentran las poblaciones de San Sebastián, La Calabaza, Los Tejones, Los Palillos que son comunidades de rancheros, ejidatarios, productores agrícolas y ganaderos como las que caracterizan culturalmente a la cuenca del rio Tepalcatepec en por lo menos 18 municipios entre Michoacán y Jalisco según estudios del Colegio de Michoacán (Colmich ).